Un perro encerrado en un cuerpo humano

A continuación os voy a relatar como descubrí mi propio instinto animal:

Todos los veranos cuando era adolescente siempre ibamos a la casa de mis tios en un pueblito. Mis tios tenían dos perros, un macho y una hembra, prefiero omitir sus nombres por mera discreción.

A mí me encantaba ir a pescar al rio, y siempre que iba me llevaba a alguno de los dos perros conmigo para que me hicieran compañía. No sé por qué pero cuando veía por el pueblo a dos perros apareandose siempre me excitaba y me quedaba viendoles.

Hubo un dia que llegamos adonde mis tios y les pregunté que por qué había separado a los perros, este me dijo que porque la perra estaba en celo para que no se quedara embarazada. Inocente de mí por aquel entonces decidí llevarme a la perra conmigo al rio. Como hacía mucho calor, despues de la jornada de pesca decidí darme un baño desnudo. Me dí un chapuzón, sali del rio y cuando me iba a secar con una toalla que habia llevado cual fue mi sorpresa al descubrir que la perra vino directamente a lamerme el pene. Mi reacción primaria fue la de apartarla de mí. Por aquel entonces yo no había tenido ninguna relación con ninguna chica por mi escasa edad.

Aquella noche estuve pensando sobre lo ocurrido aquel dia en el rio y el placer que me dieron aquellos dos lametones, me daba miedo y verguenza volver a repetir la experiencia. Por aquel entonces apenas existía internet y la información sobre este tema era escasa, mas bien nula.

El caso es que al dia siguiente volvi a llevar a la perra conmigo, me volví a dar un baño en el rio y cuando sali desnudo ahi me estaba esperando ella. Vino hacia mí, me olisqueó el pene y acto seguido empezó a lamermelo. La sensación era increible, tenía una gran lengua que raspaba mi glande y sus lametadas me producián escalofrios. Vi como la perra me lamia un rato y luego se paraba y se lamía su vulva y luego volvia a lamerme mi pene.

Al rato me acomodé y me tumbé en la vegetación que había en la ribera para tener una posición más cómoda. Ese día fue cuando descubrí por primera vez un líquido transparente que brotaba de la punta de mi pene y que la perra lamia con ansias. Vi como mi pene crecia y crecia y se transformaba en otro totalmente distinto al de su estado natural.

La perra me lamia y lamia, se paraba y me miraba jadeando y sacando la lengua, yo aun no entendia su lenguaje visual, ingenuo de mi...

Al cabo de unos minutos noté como unos calambres enormes y como mi pene se ponía con una firmeza limite, me iba a correr... y asi fue, aquella perra me hizo correrme por primera vez. Por cierto, es de las ocasiones en las que mas semen he eyaculado, imagino que por ser mi primera vez.

Espero contaros pronto mas experiencias que tuve de ahi en adelante con aquella perra y con su compañero macho en aquel maravilloso verano.

Perdonad la brevedad y la sencillez de este relato, entended que es mi primer relato... espero mejorar mi redacción y dar mas detalles en las proximas publicaciones.