Un relato cortito

Bueno antes que nada mi nombre es Alba tengo 18 años y os voy a contar algo que sucedio realmente.

Conocí a un chico porque mi madre se caso de nuevo cuando tenía los 17. Ellos decidieron gastar todo lo que había ahorrado y montar una fiesta impresionante.

Uno de los gastos fue una limusina, el chico de la limusina me gustó, era joven aunque más mayor que yo, de pelo negro, elegante y bastante guapo. Me pidió el correo electrónico y se lo di.

Después de la boda de mis padres quedamos varias veces pero no hubo sexo ya que no estaba muy segura. Al poco tiempo me cansé de él y estuvimos mucho tiempo sin vernos, hasta que mi padrastro me dijo que se había enterado de que había quedado con el chico de la limusina y que no quería que volviera a verlo. Me cabree tanto que me fui de casa un par de días.

Cuando volví le dije que podía hacer lo que yo quisiera, que me faltaba poco para la mayoría de edad y que me podía ir de casa. Pero con eso conseguí que durante los 4 meses que me faltaba para la mayoría de edad no me dejara salir.

En un viaje que hicieron mis padres, me dejaron con mi tía así que decidí que era el momento para quedar con el chico de la limusina y llegar al final con él.

Estuve hablando con David, el chico de la limusina, y volvimos a quedar. Estuvimos en el cine toda la tarde y de ahí me invito a su casa.

Me di cuenta de que ya no había marcha atrás, me invitó a un cubata y me lo bebí. Después de dos o tres cubatas más empezó a besarme y a meterme mano, al principio me puse nerviosa, incluso sentí miedo pero me relaje y hice yo lo mismo. Cuando baje mi mano hasta su polla me di cuenta de que la tenía durísima y bastante grande. Me tumbé en el sofá y el encima de mí. Me quitó la sudadera que llevaba y después intentó quitarme el sujetador, pero no pudo ya que no se había dado cuenta de que eran de los que se abrochan por delante. Se lo dije y ya me lo desabrochó. Después le fui desabrochando yo los pantalones y la camisa hasta que se quedo en calzoncillos.

Nos fuimos a la cama y se tumbó encima de mí. Me toco mi coño para ver si estaba mojada o no. Al ver que si se dispuso a meterme su polla. Le pedí que tuviera cuidado, que era mi primera vez. A lo que me respondió que no me preocupara que lo iba a hacer despacio. Intentó metérmela pero mi coño era muy estrecho para esa enorme polla, pero al final me la metió entera, lo hizo de una sola embestida, por lo que me dolió mucho. Después de eso ya me empezó a embestir con más delicadeza que la primera pero aun así me dolía. Después de unos minutos el dolor se convirtió en placer. Cada vez me gustaba más, no quería que pasara. Justo en ese momento sonó mi móvil. Mire quien era y vi que era mi madre por lo que tenía que cogerlo. Le dije que parara que no podíamos seguir mientras que estuviera hablando con mi madre. Me hizo caso y paro. Descolgué el teléfono para ver que quería, me estuvo regañando porque esa mañana le había llamado el profesor del instituto por que no había ido a clase.

Santi empezó a embestirme otra vez, a los dos nos daba morbo saber que mi madre estaba al otro lado del teléfono y que nosotros estábamos follando. Cada vez tenía más ganas de gritar y de mandar a mi madre a tomar por culo, pero no podía. Al final le dije a mi madre que tenía que colgar que tenía una clase particular y que iba a empezar así que colgué.

Unos 10 minutos más tarde nos corrimos los dos. Me preguntó si me había gustado, a lo que le respondí que si que me había encantado. Estuvimos una hora en su cama hablando un poco de todo después nos vestimos y nos fuimos a ver el partido de fútbol del Barça.